Deng Ming-Dao para llevar el Tao al siglo XXI.
No debemos caer en la trampa de esperar tanto por las grandes cosas que  dejemos pasar las pequeñas oportunidades deslizarse frente a nosotros.
La gente que hace eso está siempre esperando a que la vida sea perfecta. 
Se quejan de que el destino está en su contra, de que el mundo no  reconoce su grandeza.
Si bajaran la vista, verían todas las bellas  oportunidades que se arremolinan a sus pies.
Si fueran lo suficiente  humildes como para agacharse, podrían recoger en sus manos tesoros  inconmensurables.

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